La confusión y luego el sufrimiento surgen al dar poder y poner la atención en algo que no existe: la persona.
«Yo no soy eso»
Y ahí entonces eres felicidad porque eres libre. No hay más runrún alrededor de nada y sabes que no hay nada que hacer ni ningún sitio a donde ir.
Vas a donde la vida te lleva y las experiencias que vives van desplegándose delante de tus ojos.
Esa es la profunda Libertad.
