La lectura de la posición y los movimientos de los astros ha sido materia de estudio y fascinación de varias civilizaciones e incluso en la actualidad y con métodos mejorados sigue formando parte del diario acontecer de las personas que anhelan saber más acerca de su futuro.
La presente función de la astrología como una terapia establecida pero tal vez cuestionada por algunos por dudar acerca de la certeza científica de sus apreciaciones ha sido todo un desafío.
Sin embargo y tomando como punto de partida la integración con el aspecto psicológico y una mayor interacción con la persona interesada que no se limita solo a una simple “lectura” de los astros, han llevado a ésta terapia a una reválida para posicionarla como una alternativa elegida por muchas personas.
Si bien con anterioridad el repudio a la astrología se debió a un enfoque mucho más científico que intentaba explicar lo sobrenatural desde la lógica, un astrólogo terapéutico trabaja con una carta natal de modo interactivo. Es de esa manera que intenta orientar al paciente a través de lo que arrojan las energías planetarias.
Una mayor interacción entre paciente y terapeuta ha permitido un desarrollo mucho más profundo de la influencia de los astros en la cotidianeidad de las personas, ayudando a las mismas a entender mejor aquello que la vida le depara y estar preparado para afrontarlo de manera positiva.
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